Nunca había salido de Venezuela. Me vine a Santiago de Chile, con un título debajo del brazo y una maleta repleta de ansiedades. Otro país, otra comida, otra gente y ahí estaba yo, sin familia en ese nuevo lugar y llena de expectativas. Ya ha pasado casi un mes en el que la obra de Cruz Diez me vio partir, y la verdad es que no he extrañado a Venezuela.
Veo que los inmigrantes Venezolanos tenemos ciertas particularidades, que nos hacen parecer incluso invasivos, viéndolo desde la perspectiva del residente. En un principio lo tomé como algún fanatismo patriótico ("patria" es un concepto que me hace un poco de ruido, por su característica sectaria) pero, poco a poco, lo fui comprendiendo.
"...la verdad es que no he extrañado a Venezuela..." |
Por las calles, en cada rincón, hay personas con gorras de Venezuela, camisas de la Vinotinto y hasta una que otra del CFC. Más que fanatismo, es una declaración explícita de que amamos el lugar donde crecimos, donde dejamos (muy a nuestro pesar) nuestras familias, amigos, carreras, trabajos y hasta profesiones para, en muchos de los casos, vender arepas, atender algún local o cualquier otro trabajo que nos dé el sustento para seguir adelante.
Insisto ¿Cómo extrañar a Venezuela cuando llegue a una casa desconocida donde me han tratado como una hija mas? Nos chalequeamos y extrañamos juntos a nuestra gente. al levantarme, veo la bandera en una ventana lejana, seguro tan nostálgica como la mía. Camino por Paseo Estado, suenan canciones de Canserbero, paso por una esquina donde hay un carro de comida rápida llamado ”Los Guaros de Lara”, me llegan mensajes de números desconocidos para decirme ”estamos a la orden", "cualquier cosa que necesites, pega un grito”, entro en el minimarket de la cuadra y escucho mis modismos, espontáneamente nos reunimos como por inercia a comer churros, entro en la micro y el arte urbano que se sube habla de lo que nos ha pasado en forma de rap, y como estos ejemplos podría enumerar miles, que hacen a mi corazón sentirse como en casa.
"...una declaración explícita de que amamos el lugar donde crecimos..." |
No dejamos Venezuela cuando aún sufrimos cuando un chamo muere en alguna protesta, o estamos a la espera de que la abuela consiga los pañales o el tío la insulina, rezamos por que nuestras madres no se enfermen y puedan conseguir lo que necesitan, muy a pesar que dejes o envies dinero, nos preocupamos si las estaciones del metro están cerradas, como si en una hora tuviésemos que tomarlo para ir a trabajar. Aun lamentamos cuando robaron a un pana y nuestro corazón late rápido cuando la Vinotinto gana en la Sub-20.
Ahora sé que, en la mayoría de los casos, no hemos abandonado al país porque lo tenemos tan presente que nos negamos a desarraigarnos de lo que nos vio crecer y formarnos.
"...nos negamos a desarraigarnos de lo que nos vio crecer y formarnos..." |
En realidad eso es lo que queremos de vuelta en nuestras vidas y en Venezuela, esa empatía que nos hacia ”chéveres”. Ya no confiamos en los políticos porque nos dimos cuenta del cáncer que significan. Es nuestro momento, ya sea fuera o en Venezuela hagamos lo que esta en nuestras manos y recuperemos nuestro nido. Citando al Can: ”...Con estudio, con trabajo, con respeto, con amor yo, les propongo cambiar el futuro…”
Hermosas palabras ojalá tu futuro se llene de todo lo que buscas
ResponderEliminarGracias!! que así sea, muchas gracias por leer :*
EliminarMaravilloso leerte...
ResponderEliminarMuchas Gracias Rene!!! Un ronroneo para ti!!! :)
Eliminarte quiero mucho richi, estare orando siempe por ti
ResponderEliminarTambién te quiero Xiooooo! muchas graciasss!!!! muakkkk
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